Encuentro con Ministro de Ciencias, Tecnologías e Innovación Productiva de Argentina, José Lino Salvador Barañao. IILA, 6 de mayo de 2014
El Ministro Barañao realizó una interesante disertación sobre los orígenes de la ciencia en Argentina, el desarrollo de las primeras universidades y centros de investigación durante los diferentes estadios históricos hasta llegar al 2003, en que se da un viraje a la política de Ciencia y Tecnología con el Gobierno de Néstor Kichner, y la posterior creación en el 2007 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Dicho Ministerio nació con el fin de incorporar la ciencia, la tecnología y la innovación al fortalecimiento de un nuevo modelo productivo que genere mayor inclusión social y mejore la competitividad de la economía Argentina. A este respecto el Ministro Barañao habló también de la doble responsabilidad que les cabe a los científicos, en la competencia de tratar de avanzar en las áreas del conocimiento y en la función social que conlleva el desarrollo de la misma.
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El Ministro efectuó una descripción detallada de las diferentes instituciones de Ciencia y Tecnología de Argentina, entre las que se cuentan el CONICET- Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, el Instituto de Tecnologías Agropecuarias, el Instituto de Tecnologías Industriales y la Comisión de Actividades Especiales, las cuales no fueron absorbidas con la creación del Ministerio.
El Ministro ofreció una amplia explicación acerca de la manera como el Ministerio ha enfrentado el desafío de promover el crecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través de planes estructurados con metas precisas respecto de núcleos socio-productivos en las áreas de la nanotecnología, biotecnología y Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Explicó la labor que ha desarrollado el Ministerio para vincular los sistemas académico y productivo para generar consorcios público – privados, que son financiados en sus etapas de riesgo iniciales para la creación de productos que deben estar en el mercado en un máximo 4 años.
El Ministro recalcó que la creación del Ministerio ha permitido no sólo el financiamiento de todas las disciplinas de la ciencia, sino que ha permitido desarrollar proyectos tendientes a diversificar la matriz productiva del país y solucionar los problemas sociales.
También mencionó la creación de un Banco de Proyectos de Desarrollo Social, el apoyo que está dando el Estado a la labor de los científicos en la defensa de sus invenciones, así como del proyecto de creación de Centros Latinoamericanos de formación interdisciplinaria, al que esperan puedan vincularse instituciones de la Unión Europea y de Estados Unidos.
El Ministro Barañao hizo una explícita referencia a las relaciones con Italia, calificándolas como estratégicas, “no solo por la intensidad de la cooperación e investigación científica conjunta, sino por la posibilidad de aprender sobre el desarrollo tan exitoso en el sector de las pequeñas y medianas empresas en Italia. Esperamos entonces que a partir del intercambio se generen casos de éxito en este sector económico también en Argentina”.
Cabe señalar que Argentina e Italia mantienen relaciones de cooperación en ciencia y tecnología desde 1997 con programas de cooperación, como el de “movilidad de investigadores”, promovidos por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina y el Ministerio deAsuntos Exteriores de Italia. Se registran 126 proyectos ejecutados. Además, se destacan la convocatoria Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT Internacional ICES -International Center for Earth Sciences), la creación del Centro Internacional de Diseño del Conocimiento “Tomás Maldonado” en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la colaboración entre empresas. Ambos países participaron en aproximadamente 70 proyectos financiados con aportes de la Unión Europea.