Conversación con Claribel Alegría, escritora y poeta nicaragüense. 4 de octubre de 2012

En el 2011 Incontri Editrice realiza la primera edición en italiano de una de sus obras, la novela Cenizas de Izalco (Ceneri d’Izalco), escrita a cuatro manos con Darwin J. Flakoll; en septiembre de 2012, la misma casa editorial publica el libro de poesías Alterità.
El primer italiano que notó el talento de Alegría fue Italo Calvino, que empezó a traducir uno de sus cuentos, El Detén.
En el encuentro en el IILA, introducido por Alfredo Trinidad Velásquez, Embajador de Guatemala y Presidente del IILA y por Martha Zúñiga Gutiérrez, Encargada de Negocios de la Embajada de Nicaragua, el público tuvo la oportunidad de conocer el trabajo de Claribel Alegría, como escritora consagrada y como mujer que supo hablar de amor, revoluciones, muerte y vida, pero sobre todo de vida, empeñándose con la pluma, con la carne y el espíritu.
Durante el encuentro, coordinado por Sylvia Irrazábal, Secretaria Cultural IILA, Claribel Alegría, en compañía de Marina Benedetto, leyó algunas de sus poesías. Intervinieron también en el evento, la poeta ítalo-costarricense Zingonia Zingone y Pablo Ordaz, corresponsal de “El País” en Italia.
A proposito de Claribel Alegría, “Su Majestad”, así llamada en Centroamérica, Eduardo Galeano dice: “Claribel Alegría es igual a su nombre y no es un nombre inventado para ella, no: ella nació con este nombre. Quizás aquel día, por una vez, los dioses y los diablos se pusieron de acuerdo”. Gioconda Belli en cambio se refiere a ella: “Parafraseando a Rubén Darío, me atrevería a definir a Claribel Alegría la mujer que tiene «corazón de azucena, alma de querubín, lengua celestial”.
Galería fotográfica