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Entrevista al nuevo Presidente del IILA, Embajador Carlos Vallejo. 04 de enero de 2013


vallejoCARLOS VALLEJO: HAY QUE POTENCIAR EL IILA
Posted by Rainero SchembriOn gennaio – 4 – 2013
         Euronews.org

(Carlos Vallejo)
 
Euronews.org/ 4 de enero de 2013/ Carlos Danilo Vallejo López, Embajador de Ecuador en Italia, es el nuevo Presidente del Instituto Ítalo-Latino Americano (el Secretario General es el Embajador Giorgio Malfatti di Monte Tretto). El IILA es un Organismo internacional con sede en Roma cuyos miembros son, desde el 1 de junio de 1966, Italia y las veinte Repúblicas de América Latina. El Instituto es Observador Permanente ante la Asamblea General de Naciones Unidas y para realizar sus actividades colabora con Organismos intergubernamentales, instituciones y entidades especializadas que se ocupan de América Latina (Comisión Europea, Unesco, Banco Interamericano de Desarrollo, Organización de los Estados Americanos, Asociación Latinoamericana de Integración, Unión Latina, Sistema Económico Latinoamericano, Secretaría General Íberoamericana, etc.).
El Presidente Vallejo no es diplomático de carrera. En el pasado ejerció numerosos y prestigiosos cargos públicos, entre éstos el de Presidente del Directorio del Banco Central del Ecuador, Ministro de Agricultura y Presidente de la Conferencia Mundial de la FAO (en 2007), fue además Diputado y uno de los representantes más destacados del nuevo curso político y económico del pequeño Ecuador guiado de la mano de Rafael Correa. Con su ayuda, Euronews ha tratado de examinar las perspectivas futuras para los próximos años, no sólo del IILA (criatura fundada por voluntad de Amintore Fanfani) sino también de las complejas relaciones entre Italia y los países latinoamericanos.
Embajador, como nuevo Presidente del IILA, ¿cómo logrará que el Instituto adquiera nuevas características?
En primer lugar quería dar las gracias a Italia y a los Embajadores del IILA que me han elegido por unanimidad Presidente de este importante Instituto. Mi objetivo principal es relanzar esta Entidad – que no tiene igual en toda Europa – fomentando nuevas iniciativas y potenciando las que se encuentran en fase de realización. Todos tenemos que entender que de un Organismo como es el IILA hay que aprovechar todo el potencial y que tiene que ser cada vez más un puente entre Italia y un continente donde los italianos son legiones.
Espero que mi mandato se caracterice por ser activo y concreto. De Italia me espero más apoyo y pequeñas contribuciones para financiar proyectos en el campo económico, social y cultural, y de mis colegas los Embajadores me espero que de verdad consideren el IILA como su propia casa y que por tanto ayuden para que sea más eficiente.
Usted ya lleva varios años en Italia. ¿Cuál cree que es el actual nivel de conocimiento e interés de los italianos por las realidades políticas y económicas de América Latina?
En el plano oficial y formal el acercamiento a nuestro continente es sin duda muy positivo. Tanto los representantes políticos como los ciudadanos de a pie han tenido siempre una gran simpatía y aprecio por América Latina. Lamentablemente en la vida práctica las cosas son un poco diferentes. No hay duda de que en los últimos años en la lista de prioridades económicas de Italia América Latina no ha ocupado los primeros puestos y yo eso lo entiendo y hasta lo justifico en parte. Sin embargo la pérdida paulatina de influencia en las relaciones entre Italia – por no decir Europa – y América Latina, pronto podría revelarse como un gran problema. Todos saben que los espacios vacíos tarde o temprano dejan de serlo porque llega alguien y los llena, y es allí cuando se hace muy difícil recuperar el terreno perdido.
Hoy día América Latina está viviendo un momento de gran desarrollo económico comparado al resto del mundo, exceptuando a China e India. ¿A qué se debe esta gran capacidad de ir a contracorriente?
Voy a hablar sólo de América Latina. Sí es verdad que en plena crisis mundial nos estamos moviendo a contracorriente, pero lo que me parece extraordinario es que este fenómeno, aunque en diferente medida, se esté produciendo en todos los países latinoamericanos. Pero no somos un bloque único, sino todo lo contrario, ya que las políticas económicas de cada Estado se diferencian mucho unas de otras. Pero todos van igualmente bien.
¿Cómo se explica eso?
 Todas esas políticas nacen de una condición previa: ante todo hay que apostar por la educación, por la salud y por las infraestructuras. Por eso se puede afirmar que América Latina es única y múltiple al mismo tiempo.
¿Qué puede aprender Europa de la experiencia latinoamericana?
Nosotros no pretendemos sentar escuela, pero los hechos están allí, a la vista de todos, y sólo cuando decidimos no seguir a pies juntillas las recetas económicas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, así como las denominadas cláusulas Consensus, las cosas empezaron a cambiar. Pondré un pequeño ejemplo de Ecuador: un día decidimos dejar de emplear las entradas del petróleo sólo para pagar simplemente las deudas e invertirlas en mejorar el sistema educacional, el de salud y el de las grandes obras públicas. Los resultados están a la vista de todos: nuestra economía crece a un ritmo del 4,5%, que podría incluso llegar a superar el 8%, y de paso también hemos pagado nuestras deudas.
Dos palabras sobre su país, Ecuador. ¿Cómo considera que son las relaciones de su país con Italia?
Históricamente nuestras relaciones siempre han sido excelentes. Si bien Ecuador nunca ha sido una de las metas prioritarias de los inmigrantes italianos, en nuestro país hay una comunidad italiana – la mayoría de origen genovés – muy trabajadora y perfectamente integrada. Lo mismo se puede decir de los ecuatorianos en Italia, y no es ninguna casualidad de que se hayan afincado sobre todo en Liguria. En el plano económico veo posibilidades muy interesantes para las empresas italianas que se ocupan de energía alternativa, fotovoltaica, eólica y bíomasas. También hay posibilidades interesantes en los intercambios culturales y científicos. Por ejemplo cerca de Quito, la capital, está naciendo un gran Centro Universitario multidisciplinario. En este proyecto participan también Universidades italianas. Estoy seguro de que esta colaboración dará resultados muy positivos.